La Fundación Unicaja y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando han presentado esta mañana en el Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga la exposición ‘El Westmorland en Málaga’, que narra la historia de la célebre travesía del navío inglés y expone, casi dos siglos y medio más tarde, algunas de las piezas más sobresalientes de los tesoros artísticos que albergaba.
El responsable de Artes Plásticas de la Fundación Unicaja, Rafael Valentín López, y el comisario de la exposición, José María Luzón, han participado en la presentación de esta exposición que forma parte de un acuerdo de colaboración suscrito entre la Fundación Unicaja y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con el objetivo de promover exposiciones conjuntas.
La exposición propone un recorrido por la extraordinaria historia de la captura del barco, que viajaba de Livorno a Inglaterra, a través de numerosas obras originales que transportaba a bordo, entre pinturas, esculturas, libros y documentos, grabados y obras musicales inéditas, que reflejan la vida artística y cultural de las ciudades europeas del siglo XVIII, por las que pasaron los jóvenes británicos que realizaban su viaje instructivo por el continente, conocido como el Grand Tour.
La muestra está dividida en siete salas, en las que el visitante podrá adentrarse en la historia del barco y sus vicisitudes; el episodio de la captura del buque corsario a través de la prensa de la época; el viaje del Grand Tour de los jóvenes aristócratas por Europa, precursor de nuestro actual turismo; la identidad de algunos de sus viajeros, descubierta gracias a las propias obras y piezas y a una ardua labor de investigación histórica; la situación del mercado artístico en el siglo XVIII, especialmente en Italia; la adquisición en Málaga de la carga del Westmorland por Carlos III, o curiosidades como las lecturas y música que acompañaban a los viajeros.
Así, se podrán contemplar obras como acuarelas con vistas paisajísticas de John Robert Cozens, considerado el príncipe de los acuarelistas británicos; los retratos de Pompeo Batoni, que ha cedido el Museo del Prado, o el cuadro de la Venus Calipigia, copia anónima del realizado por Giuseppe Cesari, il Cavaliere d’Arpino. También se podrán ver esculturas como la Cabeza de la Venus de Medici, Baco y Ariadna y Eros y Psique, procedentes del taller de Bartolomeo Cavaceppi.
La tecnología ha sido una gran aliada en la investigación para despejar las dudas existentes acerca de la historia del Westmorland. La muestra permitirá acceder digitalmente a un libro de grabados de Piranesi que viajaba a bordo, y del que se exponen varios originales en la exposición, junto a otras publicaciones digitalizadas para la ocasión o documentos como los procedentes del Archivo Histórico Provincial de Málaga o la Real Orden del Conde Floridablanca del 9 de julio de 1783 en la que, por orden de Carlos III, pide que se trasladen a Málaga dos personas para examinar el contenido artístico del barco con objeto de conocerlo y darle destino.
También, aunque no perteneciente a los tesoros que iban a bordo del barco, se exhibe el lienzo Vista de Málaga desde el midi (1785) de Mariano Ramón Sánchez, cedido por Patrimonio Nacional, que ilustra el puerto de Málaga en la época y es la imagen de la muestra, o el Mapa de Málaga [Puerta del Mar] (1785), procedente de los fondos del Museo Fundación Unicaja de Artes y Costumbres Populares de Málaga.
La música fue otro de los grandes protagonistas del Grand Tour. Durante el viaje se vendían partituras a los jóvenes turistas especialmente escritas para ellos y para los instrumentos ligeros que solían llevar consigo. Por primera vez en España, estas partituras no solo estarán expuestas en una vitrina, sino que podrán oírlas gracias a las grabaciones del Westmorland Ensemble, creado expresamente para la recuperación de este fondo musical.
El Puerto de Málaga, protagonista del singular suceso naval
Comisariada por el académico José María Luzón y la profesora María del Carmen Alonso, la muestra hace al visitante sumergirse en uno de los sucesos navales más singulares de las últimas centurias. El buque zarpó en diciembre de 1778, pero poco después fue capturado. El 8 de enero de 1779, escoltada por los navíos de línea franceses Caton y Destin, que la habían capturado en aguas mediterráneas, la nave inglesa Westmorland hacía entrada en el puerto de Málaga. En su bodega había un extenso y variado repertorio de obras de arte, esculturas, piezas de mármol, estampas, retratos, planos y libros, así como lotes de selectas viandas y productos comerciales. El botín era fruto de las propiedades adquiridas por jóvenes de la aristocracia inglesa durante los viajes que, bajo la denominación del Grand Tour, realizaban por Europa al finalizar sus estudios.
Tras la captura, los tesoros artísticos que viajaban a bordo fueron comprados por Carlos III a instancias del conde de Floridablanca, secretario de Estado, y trasladados a dependencias de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid con el propósito de que pudiesen servir para la instrucción de las bellas artes y la arquitectura. En total, el Westmorland atesoraba casi un millar de piezas, en la actualidad repartidas entre la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Museo Nacional del Prado, Patrimonio Nacional y el Museo Arqueológico Nacional. La exposición ‘El Westmorland en Málaga’ recoge una cuidada selección de esas extraordinarias obras que regresan para reconstruir una fascinante historia en la que la ciudad y su puerto fueron grandes protagonistas de esta gesta naval y escenario de los principales hitos que marcaron el destino de la fragata.
Gracias a la investigación realizada en más de cuarenta archivos de siete países, esta exposición exhibe nueva documentación y arroja luz a cuestiones como la venta de los bienes del Westmorland y el intercambio de prisioneros, así como la reciente identificación de las partituras, que ilustran un aspecto poco estudiado del Grand Tour de los aristócratas británicos. Así, fruto de este trabajo, se ha podido esclarecer la identidad de una treintena de personajes relacionadas con los tesoros a bordo, entre jóvenes aristócratas, sus tutores, los artistas con los que contactaron y los que se dedicaban a escala menor a la exportación y venta de obras de arte.
La exposición ‘El Westmorland en Málaga’ puede visitarse hasta el 12 de enero de 2025 en el Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga (Plaza del Obispo, 6) de lunes a sábados en horario de 10:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 19:00 horas, y los domingos y festivos de 10:00 a 14:00 horas. La entrada al centro es un donativo solidario de 3 euros y la recaudación se destinará íntegramente a la labor social malagueña del proyecto Ciudad de los Niños.
Además, se ofrecen visitas guiadas gratuitas para grupos de máximo 25 personas de lunes a sábado a las 11:00, 12:00, 17:00 y 18:00 horas, y los domingos y festivos a las 11:00 y 12:00 horas. Se podrán reservar a través de mediacionculturalmalaga@fundacionunicaja.com o el teléfono 952 62 48 62.