La Sociedad Económica de Amigos del País, con el patrocinio de la Fundación Unicaja, han inaugurado la exposición ‘En clave de sol. Málaga y Elena Laverón’ en la Casa del Consulado (Plaza de la Constitución, 7), que permanecerá abierta al público durante los meses de mayo y junio.
En el acto de inauguración de esta exposición han intervenido la artista Elena Laverón; la responsable de Artes Plásticas de la Fundación Unicaja, Emilia Garrido, las comisarias de la exposición, Rosario Camacho y Mónica López, y el presidente de la Sociedad Económica de Amigos del País, José María Ruiz Povedano.
Elena Laverón (Ceuta, 1938), una de nuestras las más importantes artistas contemporáneas, vuelve a las salas y espacios expositivos de la Económica para ofrecer una visión diferente y novedosa de su obra. La artista siempre ha creado sus esculturas para que estén con la gente, a pie de calle, orquestada por los acordes cotidianos de la ciudad. En Málaga, donde vive y desarrolla su trabajo desde 1966, su obra suena en clave de sol. Identificar sus esculturas en el paisaje urbano malagueño es el punto de partida de esta exposición, con la propuesta de un itinerario. El mapa que se presenta, localiza la obra pública de Laverón en Málaga y provincia, y sirve de guía y acicate para ir en su busca. Al aire libre, en el zaguán y en el patio de la sede, tres esculturas en bronce de generoso tamaño interaccionan con el público recordando cómo es el diálogo que se establece entre la ciudad, el caminante que la transita y la obra de la artista, por cuya piel broncínea resbala la luz afinando su melodía.
En una de las salas se descubre a la artista a través de su espacio de creación, ese cuarto propio e íntimo que no es sólo el taller donde trabaja, también es su mundo interior y lo que de él surge, y que nos permite asomarnos a su intimidad y comprenderla mejor en su afán creador. Pensamientos de la artista, bocetos, modelos en escayola, vaciados, pruebas de autor, catálogos,… son muestra y resultado de su proceso creativo en varias de sus fases, y que, además, conviven con la artista en su taller mientras el torno continúa girando entre sus manos creadoras en un tempo marcado por música clásica. La artista está representada por su autorretrato pictórico.
En la otra sala, su obra se muestra y se demuestra con rotundidad, permitiéndonos reconocer su obra callejera al identificar el lenguaje artístico que determina la singularidad de su creación. Uno de sus atributos formales es la ausencia de rostro en sus esculturas. ¿Alguien se ha preguntado el motivo? Para Laverón, la fuerza expresiva del rostro pide ser representada en solitario, como aquí se muestra en los retratos escultóricos y pictóricos; la considera capaz de eclipsar la potencia reveladora y sensual del lenguaje corporal que es, al fin y al cabo, la peripecia geométrica que da vida a sus esculturas y las significa.
Con estos y otros novedosos relatos, indagamos y contamos en esta exposición quién es la artista, el porqué de su creación, cómo es su obra y su relación con Málaga.