SALA 01

Mi hija Rafaela; 1948 -1960

Óleo sobre tela, 65×50,5 cm.

En este retrato apreciamos dos de los estilemas definidores de Peinado. Por un lado la fisonomía de la retratada jalonada de líneas negras que afaceten en cierta manera a la persona. Y, por otro, el cierre final, o último plano, a base de líneas y cuerpos geométricos. Sin embargo, el color es más plano que de costumbre, no observándose pinceladas ni intensidades diferentes.

Retrato de mujer; 1967

Grafito y carboncillo sobre papel, 32,6 x 25,2 cm.

Retrato de Mujer Azul; 1967

Óleo sobre tela, 35×27 cm.

Las líneas, que vuelves a ser las protagonistas de este retrato en tres cuartos, marcan una retícula geométrica a la que el color, en distintas gradaciones, ha de someterse para configurar el rostro. El tono ha descendido en la paleta a la vez que el pincel está poco cargado, concediendo al color una mayor intensidad en la ropa que viste la retratada, en cuyo espacio, tanto en azul como en blanco, desaparecen las líneas que marcaban el rostro.

Autorretrato; 1972

Óleo sobre tela, 35 x 27 cm.

Este óleo es uno de los últimos autorretratos. Tanto el rostro como el fondo concuerdan con una pincelada suelta y escasa de materia, frente al rojo a tinta plana de la prenda que viste. El dibujo destaca por encima del color en las facciones, que se encuentran muy marcadas, en algunos casos con un intenso trazo negro.

Autorretrato; 1972

Óleo sobre tela, 55×46 cm.

Regido por una severa geometría y una estricta concepción pictórica, ajena a profundidades psicológicas e introspecciones, es éste uno de los autorretratos que Joaquín Peinado afrontó en la etapa final de su carrera. Una serie, marcada por poderosos trazos de dibujo y angulosas facetaciones, en la que el color, sutil y suave, nos remite a la fusión, por parte de Peinado, de la luminosidad característica de la escuela francesa con los ocres y grises del siglo de oro español.

Autorretrato; 1972

Óleo sobre tela, 40×30 cm.

Obra destacada por su especial significación plástica y biográfica, es éste uno de los múltiples autorretratos realizados por Joaquín Peinado en torno a 1972 (dato estimable que podría denotar un periodo de cierta introspección en el pintor).

Se nos muestra como un retrato de rostro muy construido y facetado – volumétrico y de tendencia escultórica gracias al regreso de los característicos y enérgicos trazos de perfilado – contrapuesto a un fondo irreferencial a base de tres grandes planos geométricos de color y un primer plano ejecutados en tonalidades de negro, marrón, verde y beige (extraídas del cubismo finisecular y los clásicos españoles) donde, gracias a la pincelada, hacen acto de presencia la calmada expresividad y la lírica consustanciales a la plástica de Joaquín Peinado.

Bahía de San Francisco; 1972

Óleo sobre lienzo, 73 x 92 cm.

Visitas guiadas a la colección permamente

Las visitas, llevadas a cabo por personal especializado del museo, se realizarán previa cita una vez conformados grupos de más de 10 personas.
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El precio de la visita guiada, no incluido en el de acceso al museo, es de 1€ adicional por persona.

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